DANZA SÉLFICA

​La evolución de la fotografía es un tema complejo y relativo, tal y como hemos podido observar en el texto de la Danza sélfica de Joan Fontcuberta. En el texto se nombra el término de la postfotografía, que atribuye el autor para referirse a lo que se conoce como selfie. Algunos definirían este término como “Fotografía ​de ​una ​o ​más ​personas ​hecha ​por una ​de ​ellas​, ​generalmente ​con un ​teléfono ​inteligente ​y ​para ​compartirla”, tal y como lo define la RAE, en la que la opinión se ve anulada, pero otros ante esta misma definición añadirían los vocablos n​arcisismo​ y​ egocentrismo​.

Es cierto que el uso de la autofoto no se ve como una moda sino como un género que perdurará en el tiempo, tal y como dice el texto, pero hay un factor que lo potencia, como es la ​accesibilidad ​que se brinda a todo aquel que disponga de un dispositivo que incorpore una cámara, es decir, al 99% de la población.

Junto a la accesibilidad y su consecuente uso en las redes sociales, medio principal de la difusión del selfie, se han propagado unos mensajes alejados de los que prevalecían en los inicios de la fotografía: En primer lugar el egocentrismo, como es de esperar en una plataforma en la que solo se trata de lo que UNO está haciendo; En segundo lugar, su uso según nos convenga, en otros términos, cuando todo el proceso fotográfico está en las manos de uno sola persona el uso ya no es objetivo sino subjetivo, el mensaje lo elige cada persona; En último lugar, su uso abrumador hace que parezca indispensable para la sociedad, desde los más pequeños hasta los más mayores, haciendo que las sonrisas se puedan fingir mejor, que las fotografías se tomen por costumbre y no con un significado y todo se base en aparentar.

A consecuencia de todo lo mencionado anteriormente, es muy peligroso pensar que una simple palabra se queda en eso, en una palabra, porque la realidad es que puede tener consecuencias muy graves. La acción de tomar un selfie esconde en algunos casos una falta de humanidad, como se muestra en la historia del principio del texto, la cual es inventada pero que por desgracia hay muchas otras que sí que han pasado en la vida real y son iguales o más impensables. Pero otra realidad que no tiene tanta visibilidad es el riesgo que se toma y los accidentes que pueden ocurrir durante la toma de la autofoto, la suma de los casos sitúa a España en el cuarto país del mundo con más muertes por selfies y desgraciadamente, si no hacemos nada, seguirán creciendo. Nuestra falta de consciencia nos hace perder vidas.

Para concluir, es necesario que nos demos cuenta de cuáles son nuestros valores y hacer un uso acorde a ellos. Esto no quiere decir que hacerse selfies en sí sea algo perjudicial, sino que el problema se da en el uso que nosotros mismo le damos y el mensaje que transmitimos, sin darnos cuenta, al mundo. Si hacemos un uso correcto de él podremos hacer un cambio, pero a estas alturas me temo que va a ser complicado.
COMENTARIO DE TEXTO